sábado, 23 de abril de 2011

FELIZ PASCUA, FELIZ RESURECCIÓN

NO BUSQUES ENTRE LOS MUERTOS, AL QUE VIVE ENTRE LOS QUE TE RODEAN, familiares, amigos, compañeros de trabajo y de oció, vecinos etcétera.

¡BUSCA A CRISTO RESUCITADO ENTRE LOS VIVOS!

¡ RESUCITO ALELUYA ALELUYA!

sábado, 16 de abril de 2011

PREGON DE LA SEMANA SANTA 2011 Carcaixent

ESTANDARTES PRESENTES EN EL PREGON 2011


ESTANDARTES PRESENTES EN EL PREGON 2011


PRESENTADORA DEL PREGON 2011


PREGONER SEMANA SANTA 2011


PREGON DE SEMANA SANTA

PREGÓ DE SETMANA SANTA

CARCAIXENT 2011

Bona nit. Exma. Alcaldesa, Sr. Arxipreste, President de la Unió de Germandats i Cofradies, Presidents de Germandats i Cofradies, senyores y senyors.

En primer lloc vullc agrair al meu bon amic Pepe Andrés que em proposara a la Junta Directiva de la Unió de Germandats i Cofraries, per a ser el pregoner de la Setmana Santa 2011, agraïment que faig extensiu als membres de la Junta Directiva en la persona del seu president Ximo Roses.

Per a un fill de Carcaixent és un gran honor ser el pregoner de la Setmana Santa carcaixentina, pero si a mes es dona la circunstancia, com en el meu cas, que porte molt de temps vivint lluny, ademes d´un honor, és un dels moments mes emocionants (les coses importants tenen que emocionar) de la meua vida.

Com en esta terra tenim la sort de tindre dos llengües oficials, i a fi que aquells que ens (mos) acompanyen que tinguen dificultat per a entendre el valenciá puguen seguir el prego, amb el seu permis continuaré en castellá.

A lo largo de mi vida he escuchado distintos pregones, no sólo de Semana Santa, también de otros acontecimientos culturales y/o festivos, pero nunca he sido pregonero de nada y menos de algo tan importante como de una Semana Santa. Para mi un pregón es un parlamento, que se hace en un sitio público, de algo que conviene que se sepa. Pero también es un discurso elogioso en el que se anuncia al público la celebración de una festividad y se les invita a participar en ella. Quizás esta segunda acepción esté más acorde con lo que se pretende en este acto.

Parece ser que los pregones de Semana Santa tienen su origen en una especie de charla que D. Federico García Sanchís pronuncio en 1937 en el desaparecido Teatro “San Fernando” de Sevilla, pero no fue hasta 1939 cuando a esta charla se le puso el nombre de Pregón. En Carcaixent el primer pregón data de 1999 y fue pronunciado por D. Bernardo Pastor Sales, consiliario de la Junta Local. El pregón puede considerarse pues, como el gran pórtico de la Semana Santa.

Con frecuencia los pregones de Semana Santa son autenticas joyas, donde los distintos estilos literarios se unen a diferentes formas de exponer sentimientos, vivencias, deseos y sueños. Sacerdotes, periodistas e insignes personalidades de las letras y de las ciencias han sido pregoneros de ciudades emblemáticas en lo que a la Semana Santa se refiere como Sevilla, Córdoba, Málaga, Zamora, León, Valladolid, etc.

Para preparar este pregón, he leído varios, y la verdad es que me he quedado bastante preocupado pues llegar a esos niveles de excelencia cultural, lírica y dialéctica es muy difícil. Estoy seguro que aquí en Carcaixent los que me han precedido en estas lides habrán declamado magníficos pregones y habrán hablado de la Semana Santa carcaixentina desde todos los puntos de vista (históricos, etnográficos, teológicos, etc.).

También al pensar en este pregón quería evitar que fuera un tostón, largo, pesado, sin interés, dogmático y que aburriera hasta a las ovejas, pues podría generar el efecto contrario de lo que se pretende y en lugar de atraer a la gente la ahuyentara. Por todo eso y al no poder competir con tan eminentes personalidades se me ocurrió, dadas mis circunstancias personales, centrar este pregón en lo que es para mi la Semana Santa de Carcaixent y me di cuenta con bastante nostalgia, que para mi la Semana Santa son casi todo recuerdos y que se remontan a los años sesenta. Seguro que muchos de los que me escuchan recordarán mejor que yo como vivíamos la Semana Santa en esa época.

Dice el refrán castellano que uno es de donde pace y no de donde nace, y puede ser que tenga algo de razón. No obstante hay un periodo de nuestra vida que nos marca profundamente, durante ese tiempo absorbemos todo lo que ocurre a nuestro alrededor y nuestra capacidad de aprendizaje está quizás en los valores más altos de toda nuestra existencia. Este periodo es nuestra infancia.

La infancia también se caracteriza por ser el periodo de nuestra vida que más recuerdos deja en nuestro subconsciente, recuerdos que ante algún estímulo afloran, y de alguna manera, aunque sea en blanco y negro, los revivimos.

Para mi la Semana Santa era en esa época (principio de los sesenta) principalmente un periodo vacacional y un descanso bien ganado después de aquellos exámenes trimestrales que realizábamos en el Colegio San Antonio. Mis recuerdos al cabo de los años traen, no sólo imágenes, también sensaciones como el olor a azahar que impregnaba toda la ciudad, el color del cielo casi azul marino (nunca he vuelto a ver ese color en ningún otro sitio) quizás porque ahora la atmósfera esta más sucia o porque mis ojos ya no ven con tanta claridad como entonces. Mi sala de juegos era inmensa, era la calle e iba desde “els pilonents” en la Plaza de la Calzada (o de Vernich) hasta la Glorieta de la estación pasando por la Plaza de Felipe IV (D. Rafael decía mi abuela) ¡que partidos de fútbol jugué en esa plaza y que pequeña me parece ahora!, el barranc y el sequer de Crespo.

La Semana Santa propiamente dicha comenzaba el Domingo de Ramos con la procesión de las PALMAS, mis primeros recuerdos de este evento son en el Colegio Nuestra Señora de los Desamparados (Asilo) donde por la mañana teníamos una misa y la bendición de las palmas y ramos de olivos con la posterior mini-procesión por los jardines del colegio. ¡Que palmas más bonitas!, (grandes y pequeñas, lisas y con adornos), algunas eran y son verdaderas obras de arte. Por la tarde la procesión de la “Burreta” desde la Iglesia de San Francisco (los frailes), todos los colegios de Carcaixent salíamos, además de las Vestas del Colegio, banda de cornetas y tambores y las autoridades locales. Por cierto, siempre me llamó la atención la palma que llevaba el Alcalde con el escudo de la Ciudad en el centro, supongo que como ahora pero a los 7 ú 8 años esa palma era más grande y más bonita (al menos a mi me lo parecía). Al llegar a casa comenzaba otro rito, que era atar la palma al balcón, cada uno al de su habitación, donde estaría todo el año hasta el siguiente domingo de ramos.

El lunes y martes santo eran días lectivos y a pesar de que por la tarde había procesión y que la televisión empezaba ya con su programación especial (películas de romanos, procesiones desde Andalucía o Castilla y León, actos litúrgicos y conciertos de música sacra) aún no estábamos metidos en harina.

Las cofradías que procesionaban esos días eran, si no recuerdo mal la Cofradía de la Flagelación del Señor (Serras) y la Cofradía del santísimo Ecce Homo (Lluisos).

El miércoles santo, a pesar de que había colegio por la mañana era para mí un día grande, salía mi Cofradía “El Cristo de la buena muerte”, “El Cristo de les Barraques”. Desde por la mañana mi abuela, mi madre y la Tata Leonor sacaban los trajes de Vesta de mi padre y mío para repasarlos, coser, si había algún descosido, y planchar, luego se extendía encima de las camas hasta el momento de ponérselo. Claro que primero había que probárselo pues seguro que algo habías crecido de un año a otro y siempre había que sacar algo tanto de la capa, como de la túnica. Lo peor era el capirucho, cada año había que volver a medir con aquella cinta métrica amarilla que había en la caja de costura de mi abuela mi perímetro craneal, e ir a la imprenta Fábregues a por el capirucho de cartón nuevo, llevando, eso si, la funda de tela para que los agujeros de los ojos quedaran a la altura apropiada. Yo no sé que pasaba que siempre me tenía que echar hacia atrás o hacia un lado el capirucho para poder ver a pesar de haber tomado las medidas antes.

Todo tenía que estar perfecto la capa ni corta ni arrastrando, la túnica hasta la altura de los zapatos (negros por supuesto) para que no se vieran los calcetines, el capirucho recto (aunque yo para poder ver no lo conseguí nunca), guantes blancos y lo más importante LOS CARAMELOS (aunque parezca mentira una de las cosas que más he echado de menos, pues donde vivo no existe esta tradición).

Esta costumbre de repartir los caramelos sólo se da en el levante español, sur de la provincia de Valencia, Alicante y Murcia (los catalanes en esto no tienen nada que ver). Y no en todos los sitios de estos lugares, ni todas las cofradías y/o hermandades siguen esta práctica. Su origen no se ha podido concretar con certeza, ni cuando se inició esta costumbre aunque parece ser que era una costumbre medieval y sobre el motivo de la misma hay al menos tres teorías que yo haya podido encontrar.

La primera es que la iglesia obligaba a los pecadores a restituir el daño ocasionado y el pecador aprovechaba el anonimato del tarje de Vesta para entregar al ofendido lo que creyera oportuno en señal de arrepentimiento.

Otra teoría nos dice que esta costumbre viene de los costaleros que al tener que estar tantas horas cargando los pasos, la iglesia les autorizaba a transportar comida en el seno de su túnica para ir alimentándose; en el transcurso de la procesión no era extraño cruzarse con algún conocido o familiar al que se le invitaba a participar de “la merienda”.

Por último hay quien piensa que en épocas de hambruna la iglesia daba a los penitentes pan, dulces y otras viandas para que durante el transcurso de la procesión se repartiera a las gentes más necesitadas.

Sea cual fuere la razón, en Carcaixent esta muy arraigada esta costumbre de repartir caramelos y sólo que yo recuerde la Hermandad Penitencial del Cristo del Perdón (Lligats) no sigue esta costumbre.

Volviendo a mis recuerdos, la compra de los caramelos se hacía en alguna de las dos confiterías que yo recuerdo, la del Campanar, sita en la antigua plaza del caudillo esquina a la carretera (porque esa calle era para mi la carretera) (Marquesa de Montortal) frente al actual cuartelillo de la policía municipal, o en la de Artes, sita en lo que hoy es el restaurante el Llorer (Julián Ribera). A mi me gustaba más ir a la confitería Artes porque en el escaparate ponía muñecos vestidos con los trajes de Vesta de todas las cofradías.

Otro dilema para mi era a quien dar caramelos, pero eso mi madre me lo dejo muy claro, “a los que conozcas y sobre todo a los niños más pobres” y eso hacía yo.

Hoy en día los niños y mayores comen caramelos todo el año, pero en aquella época mis hermanos y yo guardábamos en alguna caja los caramelos recogidos durante toda la Semana Santa, compitiendo a ver quien conseguía más, y los hacíamos durar hasta Navidad y Reyes, época en que volvíamos a hacer una nueva cosecha. Recuerdo con especial cariño aquellas botellitas de chocolate envueltas en papel de plata de colores que nos daba a mis hermanos y a mi, nuestro vecino Jesús Colomer a quien llamábamos tío por la amistad que tenía con mi abuela y mi padre.

La procesión del miércoles tenía además una peculiaridad qué no tenían otras, y es que era la única que pasaba por delante de mi casa y eso era para mi la dotaba de especial categoría. No quisiera terminar mi recorrido por este día sin hacer mención a aquel anciano sacerdote que con su raída sotana y su bonete deshilachado iba andando detrás del Cristo, me refiero a D. Enrique Pelufo gran sacerdote y sobre todo gran persona.

El jueves santo se caracterizaba en mi casa por la obligada visita vespertina a los monumentos que en honor de Jesús Sacramentado se ponían en todas las iglesias. Según mi madre había que hacer siete visitas, así que recorríamos las capillas del Asilo, Colegio San Antonio, Hospital, Dominicas, Mª Inmaculada, San Francisco (els flares) y terminábamos en la Parroquia de la Asunción, todo estaba calculado. En cada monumento mi madre entonaba el “Viva Jesús Sacramentado” y nosotros contestábamos el “Viva y de todos sea amado” y los correspondientes Padrenuestros y Avemarías.

El viernes santo, era otro día grande, el día de la gran y solemne procesión y como el miércoles, en mi casa, se repetían los prolegómenos. Los trajes de Vesta en perfecto estado de revista, los caramelos preparados y la ilusión de un niño que se sentía protagonista de un acontecimiento único, al menos para mí.

Recuerdo algún año que, debido a las inclemencias del tiempo, se suspendió la procesión. Que disgusto más grande, las lágrimas a penas si se reprimían, todo el año esperando para nada. ¡Tremendo!.

En la tradicional Procesión de las Vestas que yo recuerdo participaban las siguientes hermandades y cofradías:

· Cofradía de Jesús en el Huerto. (VOT)

· Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. (VOT)

· Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores. (VOT)

· Cofradía de la Flagelación del Señor. (SERRAS)

· Cofradía del Santísimo ECCE HOMO (LLUISOS)

· Hermandad del Cristo del Perdón. (LLIGATS)

· Cofradía del Silencio. (CRISTO DE LA BUENA MUERTE)

· Cofradía del Descendimiento de la Cruz. (GARRIGUES).

· Cofradía del Santo Sepulcro y de la Resurrección. (ALBELDAS).

· Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de la Resurrección. (TALENS).

No se si este era el orden en que procesionaban y supongo, que ahora que hay más hermandades y cofradías, el orden se habrá alterado, pero creo que en mis recuerdos están todas. El paso de la procesión por la Calle Virgen de los Desamparados tenía para mi algo especial pues pasaba por delante de la casa de mis tíos Ricardo y Asunción, la puerta abierta de par en par y los caramelos que “volaban” por encima y hasta el medio de la casa (por cierto que había que colocarse en el lado correcto para pasar por los sitios que querías, eso de cruzar la calle no se hacía y estaba muy mal visto).

Sábado Santo, el día del encuentro. Este día ya olía a Pascua y a pesar de que TVE seguía con procesiones y películas de romanos, nosotros ya estábamos ocupados en preparar lo necesario para “regolar la mona”, compras de “pascueras”, gorras, petardos y algún que otro cachivache que se ponían de moda aquella temporada.

Con “El Encuentro” en la calle Julián Ribera finalizaban los actos religiosos y pasábamos a la gran fiesta de la Pascua valenciana.

El domingo de Resurrección, era un día fantástico, un día en que no sé si consciente o inconscientemente celebrábamos la buena noticia, la constatación de que el cristianismo es una religión de vida.

En fin la Semana Santa de Carcaixent es para mí un cúmulo de vivencias, de emociones, de nostalgia y de recuerdos.

Hoy en día, más que hace cuarenta años, la Semana Santa, es tiempo de vacaciones, ocio y tiempo libre. Pero para muchos de los que estamos aquí es, además de todo eso, la semana más importante del año, una semana mágica donde nos sentimos más cerca de ese carpintero que fue capaz de morir y de vencer a la muerte. Es la semana del amor con mayúsculas, de la esperanza, de la caridad y también de la justicia.

A los católicos nos sienta muy bien la caridad. Pero como cristianos, convendría más que buscáramos justicia, que no es lo mismo, aunque tenga mucho que ver. En el fondo a los católicos nos convendría ser más cristianos de lo que somos aunque parezca una paradoja.

En estos tiempos complicados, paradójicos y disparatados. Difíciles para los más e inexplicables para todos, Cristo es el último flotador de un barco que nunca acaba de hundirse. “Dios aprieta pero no ahoga” dice el refrán popular.

Por eso un Pregón de Semana Santa sin Fe sobra, tanto lo que se anuncia, como el mismo Pregón.

El hombre/mujer que tiene fe nunca esta sólo, tenemos que quitarnos tanto Judas de encima, tanto visitante de la muerte, tanto odio y rencor y pedir como pedía San Francisco de Asís (estudie en los Franciscanos), Paz para los hombres, para los animales, para la tierra, en fin para todas las cosas.

La Semana Santa no es una semana de sufrimiento y muerte, es una semana de esperanza y vida.

El Dios que entra triunfal en Jerusalén, el Dios que ora entre olivos, el Dios manso y humilde que con un “yo soy” acepta su destino, el Dios que soporta la humillación y el sufrimiento, el Dios que carga con la cruz y muere en ella. Ese Dios, no es Dios de muerte, es Dios de perdón, es Dios de misericordia, es Dios de esperanza, es Dios de vida.

La Semana Santa de Carcaixent, ha evolucionado con los años, a aquellas hermandades y cofradías de los años sesenta se han ido uniendo otras como:

La Cofradía de la Santa Faz fundada en 1977, con nuevos pasos en 1989 y 1996 (José Albelda Picot).

* Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias (1997) (José Urbano García), con un nuevo paso en el año 2000.

* La Santísima y Vera Cruz (Junta Local) (1995).

* Los Cruzados del Santo Cáliz (después de muchos avatares vuelven en el 2006)

Desconozco si este año hay alguna más y pido disculpas si me he dejado alguna, así mismo agradezco los trabajos de investigación que ha realizado sobre la Semana Santa Carcaixentina, D. Bernat Daras i Maiques, por lo mucho que me han servido para realizar el Pregón y también por lo mucho que he aprendido leyéndolos.

La Unió de Germanats i Cofraries ha dotado a la Semana Santa Carcaixentina de un gran actividad, no sólo los actos religiosos que han aumentado en cantidad y calidad, también proliferan los actos culturales relacionados con este evento y las actividades sociales gastronómicas y de ocio que intentan, y yo creo que consiguen, que todo el pueblo pueda participar y que cada vez haya más unión entre los integrantes de las distintas cofradías y hermandades.

Quiero terminar el pregón como he empezado, recordando mi infancia en Carcaixent y a aquel pregonero municipal que armado con aquel instrumento de viento mitad corno ingles, mitad cuerno de caza, mitad turuta, iba por calles y plazas informando a los ciudadanos.

Claro que yo no voy ha decir “de orden de la Sra. Alcaldesa se hace saber”, yo con su permiso voy a decir “en nombre de la Unió de Germanats i Cofraríes de Carcaixent, hago saber que están todos invitados a participar en las actividades que se van a realizar con motivo de la Semana Santa, vecinos y forasteros, judios y gentiles, creyentes y no creyentes. Porque el Cristo que murió en la cruz y resucitó, no excluye a nadie”

Grácies per escoltar-me, bona nit i feliç Setmana Santa.

miércoles, 13 de abril de 2011

SALUDO A LOS ASISTENTES Y AGRADECIMIENTO A DIOS PADRE POR EL DESARROYO DEL EJERCICIO 2010/11

Amigos de Jesús, amigos del cristo de la buena muerte; ¡Buenas noches!. Jesús nos enseño a orar al padre, para alabarlo, agradecerle los dones recibidos y pedirle lo que el como buen padre crea que es bueno para nosotros y con la oración que Jesús nos enseño decimos, padre nuestro que estas en el cielo, gracias por este ejercicio 2010/11 en el que nos has colmado con tu gracia, por todo ello te alabamos, te bendecimos y te damos las gracias por que nos has concedido aumentar el numero de cofrades, nos has permitido padre, crear la banda de cornetas tambores y dulzainas, para engrandecer la presencia de vuestro unigénito hijo, nuestro señor Jesucristo, por las calles de Carcaixent,estos cofrades-músicos además de embellecer el culto, alos acordes musicales del tambor que hacen extremecer el corazón y de la tronpeta que hacen saltar las lágrimas al ver el dolor de nuestro señor Jesucristo, lágrimas que se endulzan con las notas musicales de la dulzaina, pero mas que embellecer el culto son los acordes de la plenitud del sufrimiento humano que nos dirigen hacia ti atraves de vuestro hijo el Cristo de la Buena Muerte. También te damos las gracias padre por el fracmento de la piedra extraída de la roca de la agonía de nuetro señor Jesucristo en el huerto de Getsemani, para que atraves de esta santa piedra se incremente la FE en nuestro señor Jesucristo. También te agradecemos que nuestros patrocinados, Damian y Silvia recojieran con éxito el trabajo que realizaron en el pregón de la semana santa, Damian como pregonero y Silvia como presentadora del pregón 2011. Y como no agradecer a Nieves el dar cobijo al cristo de la buena muerte y a nosotros sus devotos cofrades en su casa. Finalmente te pedimos padre que el próximo domingo cuando estemos reunidos, rezando el vía-crucis, junto a Jesucristo hijo tuyo y señor nuestro te rogaremos por la intercesión de los difuntos de Carcaixent, cuya FE solo tu conoces, te pediremos paz y misericordia para todos ellos. y yo como presidente de la cofradia del Santísimo Cristo de la Buena Muerte declaro inagurado el dosel 2011 en la comunidad parroquial de San Antonio de padua. nota Quedamos gratamente sorprendidos por la uniformidad, por lo rápido que habéis aprendido los toques, dedicación y sacrificio es decir por todo G R A C I A S

HISTORIA GRAFICA DEL DOSEL EN HONOR DEL SANTISIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE Carcaixent 2011